sábado, 17 de noviembre de 2012

La policía me busca..2ªparte

Sábado 4 de Agosto, del verano más aburrido de mi vida


Maquillada y arreglada, lista para salir, solo con una pequeña diferencia, no voy a ir a ninguna parte.
Con una botella de Malbec abierta y devorando cuatro fresas..vivan los sábados por la noche en Charlotte.

Vivan mis vacaciones y viva América.



Isabel  y sus problemas.

Estoy harta de presenciar amargas historias de amor.

No cambié de continente para seguir torturándome ni con mis propias historias, y, mucho menos con las de los demás.

Se casó por...¿amor?

Isabel conoció a su "marido-novio" a través de una página web.
Se supone que se enamoraron.

Ya desde el principio no fue una relación muy,como diría yo, consolidada tal vez.
Tras varias discusiones, ella volvió a Panamá.

Una vez allí decidió que estaba enamorada.Regresó a Estados Unidos.

Su marido-novio le pidió que se casara con ella -supongo que por cuestión de papeles, y, digo yo, algo de amor habría-.

Fue una cosa rápida, una firma aquí, una firma allá, yo os declaro marido y mujer.

Se fueron a vivir a un barrio tercermundista, en una casa destartalada -lo sé, porque he estado allí- y hasta aquí puedo contar.

Ella trabajaba como niñera -al no tener todavía la ciudadanía americana, otra cosa no podía hacer- él trabajaba en un supermercado.

Él de aspecto desaliñado y vulgar, alto, rapado, descuidado y nada atractivo.
Ella, estatura mediana, rubia de pelo largo, pálida, ojos grandes y marrones

Sus discusiones eran cada vez más constantes.

Hacía apenas tres meses que la conocía, había sido la primera persona en contactar conmigo a través del teléfono, pero siempre que planeábamos vernos, salía con alguna excusa y lo cancelaba.

Isabel y su marido-novio peleaban constantemente, pero ese fin de semana la cosa se fue de madre.

Era jueves cuando me despertó un mensaje de texto a las seis y media de la mañana;

-Chardonnay, por favor ven a buscarme, Tim está super agresivo y tengo miedo, ven a buscarme por favor- si claro, en eso estaba pensando yo ahora, Tim podría ser muchas cosas, pero no constaba la violencia en sus antecedentes penales, en su defecto, Isabel era muy de adornar las cosa según su conveniencia .

Apagué el teléfono y si he leído algo o era o sueño, no me acuerdo.

Aún así mi cabeza no paró de darle vueltas al asunto y ya no pude dormir plácidamente.

Un par de horas más tarde me levanté, tomé mi desayuno, no tenía batería, así que mi teléfono seguía apagado y me fui al gimnasio.

Cuando regresé encendí el teléfono, el cual rebosaba mensajes de texto de Isabel, la llamé.

Me dijo que la pasara a recoger que tenía que ir al banco porque pensaba sacarle todo el dinero que tenían en la cuenta bancaria conjunta-.

Esta muchacha, ¿se piensa que soy su taxista?

-Lo siento, yo también tengo cosas que hacer, no puedo dejarlo todo e ir corriendo a buscarte-.

-Bueno me cogeré un taxi y voy para tu casa.

Así quedamos.

Tres horas y veinte minutos más tarde, Isabel se plantaba en mi casa con trescientas maletas.

-Chardonnay, necesito ir al banco, y necesito ir ahora mismo, antes de que me cierren, tengo que sacarle toda la pasta a ese hijo de puta.

-¿De cuánto dinero estamos hablando?

-Dos mil quinientos dólares.

-Y, ¿estás segura de que vas a sacar todo el dinero?

-Le voy a dejar quinientos dólares.

-No sé, no creo que sea la mejor opción, si el dinero es de los dos, lo más justo sería repartir a partes iguales.

-Pero el se va a quedar con la casa, y con el coche.

-Entonces quédate mil quinientos y déjale mil.

-No, si lo hago lo voy a hacer bien, -pues tú verás..

Cuando Tim se enteró de que su cuenta había sido saqueada, entró en cólera, y, el teléfono de Isabel no dejó de sonar.

-¿Qué hago? no se lo voy a coger, se ponga como se ponga.

-Cógelo, te vas a quedar más tranquila.

Dos horas, quinientas mil llamadas de teléfono y cien mil mensajes de texto más tarde;

-Ay Chardonnay, voy a ponerle quinientos dólares más, vamos al banco por favor.

Me  estaba empezando a cansar.

-Si me hubieras hecho caso desde un principio..

-Ay ya sé, pero ahora ya está hecho. -Claro, como tu no conduces.

-Bueno, pues piénsatelo mejor y al banco, ya iremos mañana, - no vaya a ser que cambies de opinión.

Llegamos a mi casa, nos dimos un baño y salimos a cenar con otras dos amigas.

Al día siguiente nos levantamos pronto y fuimos al gimnasio, de las dos horas y treinta minutos que estuvimos, dos se las pasó hablando por teléfono con Tim.

-Vamos al banco Chardonnay, le tengo que poner el dinero porque va a alquilar un coche y tiene que ser para hoy.

-Un coche, ¿para qué?

-Ah, ¿que no te lo he dicho? me voy a volver con el, ya lo hemos arreglado.

Me cabreé, y mucho.

-Tú verás lo que haces pero, no me vuelvas a llamar llorando porque no te pienso coger el teléfono, y acuérdate de estas palabras "te-la-va-a-jugar", una vez le ingreses el dinero de vuelta, se va a largar y te vas a ver más sola, si cabe, y, lo que es peor, sin un duro.

No me quiso escuchar.

Tres horas, y, dos visitas al banco más tarde, Tim aparcó su coche de alquiler en la puerta de mi casa de prestado.

-Tim pregunta si puede ir al baño- Isabel me lanza una mirada furtiva.

-Claro.- ¿qué voy a decirle? -no, lo siento, en esta casa no entran perros ni capullos, quizás pudiera hacer una excepción, respecto a los perros.

De repente un tipo afeitado -deduzco que es Tim- cruza vorazmente la cocina y el salón dirigiéndose hacia el baño.

-Hola....eh..-levanto la cabeza del ordenador, pero él, ni me mira.

Tres minutos más tarde.

-Hola, perdona, era una urgencia, ¿qué tal? - ¿par-done-mua?.

Maleducado y poco higiénico, lo corroboro segundos más tarde cuando me encuentro la tapa del baño levantada y la toalla sobre el lava-manos.

Ordinario, vulgar y maleducado, la joya de la corona, enhorabuena Isabel! tu si que tienes ojo!.

Era viernes noche, y, por supuesto el plan previsto respecto a nuestra salida nocturna, se había ido al traste con la reaparición de Tim, pues, obviamente, al "arreglarse las cosas" , la parejita quería disfrutar de una velada..romántica.

-Oh, esto..lo siento Char, pero esta noche me quedo con Tim, pero te prometo que mañana salimos, ¿si?

Sábado por la noche..

Como decía, arreglada y maquillada... había quedado con Isabel, para salir de copas y relajarnos un poco, -el fin de semana era mi única vía de escape, y ya había gozado de un estupendo y solitario viernes, sin nada que hacer.

Habíamos quedado en encontrarnos sobre 10,30 en una zona que quedaba a treinta minutos de mi casa.

10,00 p.m.

Suena mi teléfono.

-¿Char?

-Sí, ¿estás en camino?

-No, no te lo vas a creer..- un mar de lágrimas al otro lado del teléfono.

-¿A ver, qué sucede ahora? -intuía que esa noche, tampoco iba a salir.

-Ese hijo de puta! se ha largado con el dinero!! -Sí, era Isabel, y sí, yo tenía razón, y sí, otra noche en casa.

-Bueno, relájate, te paso a buscar y nos vamos de copas, y esta noche duermes en mi casa.

-No! ¿cómo puedes pensar en salir? voy a llamar a la policía! se va a enterar ese cabrón!!

-Y, ¿qué vas a decirle a la policía? ¿Ese hijo de su madre, se ha llevado todo el dinero, que le pertenecía, y que yo le robé primero? -muy lógico.

-Le voy a poner una orden de alejamiento, -di que sí, luego nos preguntamos por qué cada vez hay más violencia de género y  por qué la policía no te toma en serio, pues ¿cómo van a hacerlo, si las órdenes de alejamiento están a la orden del día ?, ay! es que me ha dejado! pues ahora me enfado y le pongo una orden de alejamiento!, no, eso no funciona así, pues es un tema muy serio.

-¿No crees que te estás pasando?

Una vez más, no me quiso escuchar.
Y una vez más, me quedé en casa un sábado por la noche, el último fin de semana de mis vacaciones, encerrada en casa.

No quise hablar con Isabel por un tiempo, hasta que, aquella mañana, cuando descubrí que el sheriff me andaba buscando, deduje que Isabel quizás tuviera algo que ver.

Y efectivamente, la policía no me buscaba a mí, la buscaba a ella.

Al parecer, ahora era Tim quién quería ponerle una orden de alejamiento a ella y, tan simpático él, dio mi nombre y mi dirección, creyendo que ésta se hallaba en mi casa de prestado; lo cual no era cierto.

No tenía ni idea del paradero de Isabel, ni me interesaba saberlo.

Con amigas como ésta, ¿quién necesita enemigos?













2 comentarios:

  1. creeme a mi me paso algo parecido, una mujer golpeada aparece en la puerya de mi casa con la policia pidiendome ayuda ............drama drama

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