viernes, 16 de noviembre de 2012

Rumbo hacia la playa


Sábado, 9 de Junio, 6,30 a.m. 



Mis amigas están aquí, nos ponemos en marcha e iniciamos el viaje hacia la playa, Silvana conduce, -que ganas tengo de ver el mar-.

El viaje es largo, paramos en "Waffle house" a tomar un típico breakfast americano -yo ya había tomado mis cereales pero no vamos a llevar la contraria, si hay que comer dos veces se come y chiton- pienso en algo sano..que carajo! estoy de vacaciones!..-tu verás pero luego no te quejes cuando te subas a la báscula y veas que has subido 5 libras,..-ya estamos otra vez..tu a callar!-.

Me sirven una especie de gofre redondo y grande (especialidad de la casa) al que le añado una especie de caramelo por encima, delicious! -eso eso, tu métele caña..- unos huevos así como muy cocinados -aquí le llaman "scramble eggs" pero no deja de ser un revuelto de toda la vida-, una loncha de jamón york ,como un vuelta y vuelta, y no recuerdo si dos tostadas o no..a la rica dieta!..anyway..estaba muy rico..ahora, habita en mis caderas..- te arrepientes, ¿eh? pues ya es tarde!- tedioso cargo de conciencia..


Como tres o cuatro horas más tarde llegamos a la playa, acampamos, inspeccionamos el lugar..muchos chicos jóvenes, muchos chicos fornidos y jóvenes, muchos chicos de buen ver, fornidos y jóvenes, a nuestro alrededor..y muchas chicas con cuerpos espectaculares también...- ¿cómo lo hacen?  quizás no visitan la casa Waffle muy a menudo..-.


Las cuatro nos miramos, ninguna se podría presentar a Miss nada..

Me lamento, siento un odio repentino hacia mis cinco -de momento- kilos de más -estaba rico el desayuno, ¿eh?-, atrás quedo el verano pasado, cuando no me importaba exhibirme.. - espera, he dicho ¿exhibirme?-  quería decir mostrarme, mostrarme en público con mi bikini de rayas -como Eva María- .. en aquel tiempo tenía pareja; ahora tengo cinco kilos de más..que paradoja es la vida...

Esta playa no huele a playa, no huele absolutamente a nada..-mediterráneo vs. Atlántico-.

La arena es blanca, y hace un calor que te puede coger algo.

No destaca por su extrema limpieza, no se parece al Caribe -no es que haya estado allí,  pero he visto fotos -.


Fiesta, hay mucha fiesta.


Los jóvenes de alrededor están bebiendo -no precisamente agua- y jugando a juegos extraños, como meter unos vasos de plástico en la arena para dios sabe qué, o lanzar una especie de saco en el aire, así se divierten estos yankis.


Silvana tiene ganas de juerga.


-Chardonnay! vámonos a pasear por la orilla..-si si,pasear, yo sé lo que ésta anda buscando..-


-Oh no Silvana, ¿en serio crees que tengo cuerpo como para ir enseñándolo a orillas del mar? no gracias, no este año.


-Oh venga! ¿tu crees que los chicos van a venir a ti? vamos a por ellos!! -ajá, así que es eso lo que buscas eh pillina..


No estoy por la labor, sinceramente, no voy buscando jauja, no este año.


Sin éxito alguno, Silvana se aleja por la orilla cual lobo hambriento en busca de presas.


Dos minutos más tarde, dos galantes jóvenes del grupo de al lado, se acercan para preguntar si queremos jugar, están de buen ver, pero..-no, gracias- insisten..-bueno..quizás después-..no hubo un después.

Cuando Silvana regresa de su paseo-en-busca-de-hombres, nos comenta que hay un bar plagadito de gente joven, con buen ambiente.


Nos acercamos.


Grupos de jóvenes avalanzándose hacia la barra, para pedir margaritas, mojitos, long island.


Un dj, pincha música contemporánea.


Nadie baila, es otra costumbre americana, no bailan, solo beben.


Nos sentamos en una mesa porque Lauren y Sophie están hambrientas, pero de comida.


Veinte minutos más tarde, regresamos a nuestra pequeña parcela en la arena.


Estamos empezando a ponernos gamba.

Nos queremos ir, pero Silvana se resiste, hubiera importado poco si no fuera porque conduce ella.

Hora y media más tarde le damos un ultimátum, -¿ves mi espalda? está roja, ¿eh? pues así va a quedar tu cara como no nos vayamos ya!- vale, no fue así exactamente, pero Silvana cede.

Nos vamos al hotel.

Silvana me pone nerviosa, es demasiado despistada y desastre.

Me toca compartir cama con ella..que alegría..

Todas sus cosas están esparcidas por mi lado de la cama y la habitación parece una pocilga..y, como yo no soy de callarme las cosas -no vaya a ser que me de una úlcera de estómago, y no queremos eso, ¿verdad? - se lo digo abiertamente.


-¿Ves ese lado? es TU lado de la cama, ¿ves este otro? es MI lado de la cama..¿puedes entender eso? ¿si? entonces, ¿por qué están todas tus cosas en MI lado?- ..algo así fue..


Nos damos una ducha para eliminar los restos de playa en nuestro cuerpo, tengo arena hasta en sitios que ni sabía que existían.


Mientras espero mi turno me entretengo en mi ordenador, -el hotel tiene wiffi así que es una suerte habérmelo traído-.


Silvana intenta apoderarse de él..- ¿quieres que te enseñe mis fotos de bla bla bla..bla bla..? - no quiere enseñarme sus fotos, quiere consultar su kit de supervivencia.-


- Bueno, cuando me vaya a la ducha te lo cedo pero ahora quiero acabar de leer mis mensajes, si no te importa..- le importa, porque sigue intentándolo..la ignoro.


-Tengo cuarenta mensajes sin leer.


- Yo tengo trescientos, insiste ella- .. -le damos un pin?-.


Me voy a la ducha y le cedo mi ordenador, salgo de la ducha y le pregunto, sutilmente si no piensa ducharse, -me ducharé en quince minutos- ya..-me seco el pelo, me visto, en insisto -


-Silvana, ¿no crees que va siendo hora de ducharse?-.


- Si, si, ahora, en diez minutos-.


-No Silvana, no lo has entendido, me da igual si te duchas o no, pero devuélveme mi ordenador-  de un tirón se lo arrebato de las manos, no me queda otra.


Dos horas más tarde estábamos tumbadas en la cama cuando escuchamos algo parecido al sonido que produce el vidrio al estrellarse contra el suelo.


Me dirijo de un salto hacia el baño, dónde se encuentra la nevera -curioso lugar para una nevera-.


Gracias por romper la botella de vino, Silvana..-


-Oh! I am so sorry..- 


Ya, no te preocupes, en el supermercado las hay a patadas.


Me ofrezco a acompañarla, el tiempo no escasea, y, temo, que si la dejo sola, nunca más la vuelva ver..ahora que, viéndolo de ese modo, la idea es tentadora, me lo pienso..no, la necesitamos para volver.


A mitad camino le da por ponerse a buscar la tarjeta de crédito, cree que se la ha dejado, 



Si hay algo que con el tiempo he aprendido y mejorado, es a mantener la calma, impaciente empedernida he sido siempre, pero ahora, ay! si mi madre me viera, no me reconocería.


Silvana estaba conduciendo cundo le dió por buscar su tarjeta de crédito, pacientemente -hasta yo me sorprendí, en otro tiempo le hubiera dado dos gritos, pero ahora era la nueva y mejorada Chardonnay.


-Por favor, Silvana, todavía me quedan muchas cosas por hacer en la vida, como buscar un marido rico, tener una gran boda, formar una familia, divorciarme, hacerme millonaria, arruinarme..no quiero morir aún, ¿te importaría mucho dejar de buscar la tarjeta mientras conduces? ¿que te parece si aparcas el coche en ese descampado y te pones a ello?..-..¿si? gracias!..pero mujer, no lo dejes en mitad de la carretera, ¿no ves que vienen coches de cara?? entralo un poco!...-¿es para matarla o para matarme?


Por fin llegamos en 30 minutos, lo que era un trayecto de 10, no encontró la tarjeta pero sí algunos dólares sueltos en la guantera.


Aún aparcadas en el parking del supermercado, reparé en algo..- ¿cómo vamos a abrir el vino? ¿deberíamos cambiarlo por uno de rosca? ¿tal vez, comprar un abridor?- a lo que contestó..


-no malgastes tiempo pensando en eso ahora..-.


Cuando llegamos al hotel Lauren y Sophie, seguían en la cama.


Empezamos a arreglarnos, me preparo la cena, o sea se, la pongo en el microondas.


Voy a abrir el vino..lo sabía..no es de rosca..¿cómo diantres vamos a abrir la botella, Silvana?


Todas hacen oídos sordos, se ve que nadie quiere beber.


Preguntamos en recepción, no tienen abridor de ninguna clase.


Me pongo a buscar en "google", la forma de abrir el vino sin abridor, intento varias opciones, entre ellas golpear el vino contra pared, la pared casi me la cargo pero el tapón seguía ahí..


-Dale un poquito más!, ya casi está afuera- sí, Silvana me apoyaba en su totalidad, desde la cama.


-No, Silvana, no se ha movido ni un milímetro.


Por fin, ya hasta las narices, se me ocurre, seré tonta! lo empujo hacia adentro y listo!


Vino abierto y cerveza en la mano, menos mal que tenemos a Sophie, que nos abre las cervezas con la boca.


-Porque, yo soy una chica de la calle..-gracias, Sophie, no sé que hubiéramos hecho sin ti.


Empieza la operación maquillaje, Silvana parece un payaso.


-¿Puedo ayudarte con el maquillaje?- me ofrezco -creo, que te has puesto demasiado- vale, quizás no es asunto mío pero, ¿debo dejar que salga y haga el ridículo o intentar ayudarla? 


No le hace mucha gracia, la retoco un poco, pero, milagros a Lourdes.


Por fin, arregladas -en la medida de lo posible, y, algo bebidas, salimos hacia la fiesta.


En el coche, yo ya estoy algo piripi y, derramo media cerveza sobre éste, pero no se lo digo a Silvana, sí a las demás.


Llegamos al sitio, un club bastante cool, grande, con muchos pasadizos que se comunican con otros dos clubes, la música no está mal en comparación con todo lo que ponen por ahí en estos, nuestros tiempos.


Primera parada, la barra, necesito alcoholizarme, más aún si cabe.


-Un "long island" para mí, gracias, uy que chico más majo!- soy toda risitas.


Nos ponemos a bailar, Silvana hace caras largas..


-A ver flor de loto, ¿qué te sucede ahora? ¿no estás contenta con el sitio?


Dos horas más tarde se da cuenta de que ESE es el club dónde ella quería ir, pero claro, aún no se había dado cuenta de que era el mismo en el que estábamos desde el principio.


Nos sentamos para descansar, en un banco de la parte exterior,-muy a mi pesar, yo quiero bailar!-.

Un grupo de chicos ingleses se acercan para..¿conversar? y lo que pillen..pero como no ven demasiadas posibilidades, enseguida nos abandonan en busca de carne fresca.


En unos minutos volvemos a la pista, Lauren, Sophie, y yo, nos lo estamos pasando en grande, -tal vez el vino, las cervezas y el par de long islands, haya contribuido un poco.


Unos chicos nos están rodeando todo el tiempo; ¿de qué me suenan sus caras? ah! si son los de la playa!, la verdad es que con ropa, pierden bastante.


Uno de ellos empieza a decirme no se qué, y no sé si por el idioma, o por la intensidad de la música, pero ni oigo ni entiendo, hago caso omiso.


Se vuelve, y lo intenta con Lauren, que tampoco.


Le toca el turno a Sophie, nada.


Silvana está de morros, -amiga, no soportas no ser el centro de atención eh?-.


Empieza a subir y a bajar, cual stripper se trasase..nada, que hoy no es tu noche Silvana.


Al día siguiente, antes de partir de vuelta hacia casa, paramos en un gran outlet.


Fuimos directamente hacia Tommy Hilfiguer y me volví loca.


Inmediatamente me hice con todo un equipamiento ideal para jugar a golf -como si yo jugara mucho al golf-  a mi cesta de compra agregué un polo azul marino, unos pantalones cortos beige tejido tipo gabardina, unos tenis azul marino también y un bolso grande tipo deportivo beige con las típicas rayas de Tommy azul y rojo, inconscientemente -puede que no tan inconsciente- estaba pensando en tardes de golf, ya me veía toda glamurosa golpeando la pelota.


Una vez hube acabado con Tommy, era el turno de Guess.


Me probé unos cuantos vestidos sin éxito alguno, así que me dirigí hacia los zapatos, éxito garantizado-.


Mis ojos se posaron ahora sobre unas cuñas negras, me las probé.

Cómodas eran un rato, bonitas y baratas, a la cesta!

Ya me veía en un restaurante estrenando mis zapatos nuevos de Guess.


Añadí a mi compra unos pares de pendientes.Listo.


Luego pasamos por una tienda de perfumes y no pude resistir al olor de Ralph Lauren.


-Así que,  ¿ese es el perfume de que tanto hablabas? mmm huele realmente bien.


-Si, Silvana.


-Mmmm me gusta, me gusta mucho.


-¿Te gusta? ¿te lo quieres comprar? Porque si te gusta tanto te lo cedo, pero no voy a compartir olores contigo, -empezaba a irritarme, después treinta tiendas persiguiéndome y queriéndose comprar lo mismo que yo-.


-No no, solo digo que me gusta.


-Ah, bueno..


Dios dame paciencia, porque como me des fuerza, la mato!!


Mi tarjeta de crédito sacaba humo, igual que mi cabeza.


De camino a Charlotte, en un momento dado, Silvana dió un volantazo, en el cual yo -medio dormida- me desvelé de golpe, -qué?? qué-pasa-vamos-a-morir??


Si es que no se puede conducir apoyada sobre el codo y con la pierna izquierda flexionada, ¿esto que es lo que es??, ¿campo y playa!?






Aquí una foto de una de las playas de Charlestton, Folly beach.



P.D: Por motivos obvios, de privacidad, los nombres han sido cambiados; aunque no me cabe duda de que las personas aquí nombradas, se pueden dar por aludidas fácilmente.

Podría contar muchas más cosas que Silvana hizo en aquel viaje, pero se haría demasiado largo.






2 comentarios:

  1. ¿Qué tal son las playas de Charleston ? Voy a pasar las navidades alli con la familia !!!

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  2. Solo he ido una vez pero está muy bien, sobretodo, el pub que comento para salir de noche es una pasada!

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